jueves, 23 de mayo de 2019

Alemania en camino a la Segunda Guerra Mundial

   Los tratados de paz del final de la Primera Guerra Mundial intentaron crear un entorno que hiciese imposible que se volviese a producir una guerra de similar envergadura. Con ese fin se adoptaron medidas que reprimían a Alemania, con el objetivo de mantenerla en un estado de permanente debilidad. El resentimiento existente en Alemania por las injustas cláusulas del tratado de Versalles sumado a la crisis provocada por la Gran Depresión constituyó un coctel explosivo usado por el nazismo para obtener el poder.
   Desde su asunción al poder, en 1933, Hitler decidió ir vulnerando de a una las distintas cláusulas del Tratado de Versalles (de aca en adelante sera mencionado como TdV). Debido a la gradualidad de esta política los garantes del TdV no se sentían lo suficientemente justificados como para lanzarse a la guerra. Unas de las primeras medidas tomadas por Hitler en ese sentido fue animar el rearme de Alemania [Durante el año 1934 se le ordenó al ejército aumentar su personal a 300.000 efectivos violando el límite de 100.000 efectivos establecidos por el artículo 160 del TdV y a la marina fabricar dos cruceros de guerra de 25-26.000 toneladas violando el límite de 10.000 toneladas establecido por el artículo 190 del TdV], aunque en un principio fue encarado en forma clandestina. El 16 de marzo de 1935 Hitler violó públicamente por primera vez una de las cláusulas del TdV al promulgar una ley que reintroducía el servicio militar obligatorio [El servicio militar obligatorio estaba prohibido según el artículo 173 del TdV]. Inglaterra, Francia, Italia y el Consejo de la Sociedad de Naciones protestaron ante esta clara transgresión del TdV, pero no tomaron ninguna medida firme.
   En medio de esta controversia y haciendo un magistral uso de oportunismo político, Hitler le ofreció a Inglaterra un acuerdo que limitaba la nueva armada alemana a un 35% del poder de la armada británica. Los británicos consideraron beneficioso este acuerdo que les garantizaba la superioridad naval y lo aceptaron sin consultar con sus aliados Francia e Italia legitimando una violación más al TdV. Italia consideró que, dado que Inglaterra había ignorado los términos del TdV unilateralmente, no se encontraba en situación de exigir respeto a las leyes internacionales e invadió Etiopia en octubre de 1935. La Sociedad de Naciones votó por aplicar sanciones contra Italia, pero prácticamente no fueron puestas en vigor. La cercanía política demostrada por Italia, Gran Bretaña y Francia cuando Alemania introdujo el servicio militar obligatorio fue destruida totalmente.
La region de Renania que Hitler re-militarizo en 1936.
   Con la impotencia internacional ante la invasión a Etiopia en su mente y usando como excusa un acuerdo de asistencia mutua entre Francia y la Unión Soviética [El acuerdo se había firmado en marzo de 1935, pero fue ratificado recién por el Parlamento francés el 11 de febrero de 1936] Hitler ordenó la movilización de 3 batallones hacia la zona desmilitarizada de Renania que se efectivizó el amanecer del 7 de marzo de 1936 [Alemania tenía prohibido mantener o construir fortificaciones, reunir cualquier tipo de fuerza armada o realizar maniobras militares en cualquiera de las orillas del Rhine y a menos de 50 kilómetros al este de su costa oriental debido a los artículos 42, 43 y 44 del TdV, este acuerdo había sido ratificado por el Tratado de Locarno firmado en Diciembre de 1925]. Las fuerzas armadas francesas movilizaron 13 divisiones como respuesta, pero todo lo que hicieron fue reforzar la Línea Maginot [La Línea Maginot es una serie de fortificaciones construidas por Francia entre 1928 y 1936 para defender sus fronteras con Alemania e Italia. Su nombre fue inspirado por André Maginot, Ministro de Guerra francés en varias ocasiones, quien era un ardoroso defensor de la construcción de las fortificaciones]. De haber avanzado, las fuerzas alemanas totalmente superadas en número se habrían visto obligadas a retirarse y eso, en palabras del propio Hitler, “habría significado el colapso”. Los franceses les pidieron apoyo a los británicos, quienes estaban obligados a suministrarlo debido al Tratado de Locarno, para emprender una acción militar contra los alemanes, pero los británicos se rehusaron. La intrepidez de Hitler había triunfado nuevamente, en el frente interno su poder y popularidad se vieron acrecentados masivamente; y en el frente externo se puso de relieve la debilidad de las otras naciones para hacer cumplir los Tratados internacionales y su temor a verse involucrados en una guerra.
   La situación internacional también empezó a decantarse a favor de los nazis. El 16 de julio las fuerzas reaccionarias españolas iniciaron una revuelta que daría comienzo a la guerra civil española; los alemanes y los italianos brindaron apoyo a los rebeldes violando el acuerdo de no intervención propuesto por Francia y Gran Bretaña, debilitando aún más la reputación de estos dos poderes en el plano internacional, afianzando la alianza entre Italia y Alemania [Debido a estas circunstancias surgió el Eje Roma-Berlín. El 21 de octubre de 1936, el Ministro de Exterior italiano Galeazzo Ciano y el Ministro de Exterior alemán Konstantin von Neurath firmaron un protocolo secreto aludido por Mussolini en un discurso posterior como un acuerdo que constituía un “eje” alrededor del cual los poderes europeos podían “trabajar juntos”] y agravando los conflictos sociales internos en Francia.
   El siguiente objetivo de la Alemania nazi fue el del “espacio vital” o “Lebensraum” [La búsqueda de un “Lebensraum” fue presentada por Hitler en su manifiesto-libro “Mein Kampf” de la siguiente manera: “Solamente un espacio lo suficientemente grande en esta tierra puede asegurar la existencia independiente de un pueblo”]. Este espacio sería obtenido mediante la anexión de Austria y Checoslovaquia. El 11 de febrero de 1938 el Primer Ministro austriaco Kurt von Schuschnigg asistió a una reunión con Hitler en la cual fue intimidado a aceptar los términos de un ultimátum según el cual les entregaba el gobierno a los nazis en el periodo de una semana [Según los términos del acuerdo se levantaba la prohibición al partido nazi austriaco, todos los nazis encarcelados debían ser amnistiados y se le otorgaba el Ministerio del Interior, de Guerra y de Finanzas a conocidos políticos nazis] o su país sería conquistado por la fuerza. El 16 de febrero Austria cumplió con los términos establecidos en el ultimátum, pero eso no fue suficiente; en un discurso pronunciado 4 días después, Hitler manifestó su decisión de anexionar Austria y Checoslovaquia. Schuschnigg decidió convocar a un plebiscito que definiese el futuro de su nación, esto enfureció a Hitler quien decidió invadir Austria el 12 de marzo. El 13 de marzo, el mismo día en el que el plebiscito iba a tener lugar, Austria se convirtió en una provincia más del Reich alemán.
   Con Austria fuera del camino, ahora era el turno de Checoslovaquia, Hitler exigió al gobierno checoslovaco que otorgase una amplia autonomía al territorio de los Sudetes. En mayo de 1938 se produjo una crisis cuando los planes alemanes de invasión se filtraron y Checoslovaquia decidió realizar una movilización parcial de sus tropas con el apoyo decidido de Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética.
   La tensión continuó en aumento y Gran Bretaña y Francia empezaron a flaquear y presionaron al gobierno checoslovaco para que accediera a las exigencias de Hitler con tal de evitar la guerra. Presintiendo la debilidad de Checoslovaquia, los gobiernos polaco y húngaro movilizaron sus tropas hacia sus frontera y también realizaron exigencias territoriales; una contienda a nivel continental parecía cada vez más cerca.
   El Primer Ministro británico, Neville Chamberlain, y el Primer Ministro francés, Edouard Daladier, elaboraron una propuesta por la cual todos los territorios de Checoslovaquia habitados por un porcentaje superior al 50 % de alemanes debía ser entregado a Alemania, el gobierno checoslovaco rechazó la propuesta e inmediatamente recibió una respuesta que establecía que al negarse a aceptar esta propuesta debía prescindir del apoyo de Gran Bretaña o Francia en caso de guerra. Viéndose traicionados por sus aliados, los checoslovacos accedieron. Chamberlain le comunicó esta noticia a Hitler, pero éste dijo que ya era demasiado tarde: ahora quería anexionar toda la región de los Sudetes y a través de un ultimátum exigió que se le entregara para el primero de octubre.
La desaparicion de Checoslovaquia. En amarillo las fronteras
de Checoslovaquia antes de Septiembre de 1938. En marron el
territorio de Checoslovaquia anexado por Alemania en Septiembre
de 1938.

   Dos días antes de la fecha limite expresada por el ultimátum de Hitler, y gracias a la mediación de Italia, se produjo una entrevista en Múnich entre los líderes de Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña para intentar resolver de forma diplomática a la crisis de los Sudetes. La entrevista se produjo el 29 y 30 de septiembre, y Hitler emergió triunfante una vez más: los Sudetes eran territorio alemán. Después de este antecedente era imposible negarle a Polonia y Hungría sus demandas territoriales, quienes también participaron de la rapiña de Checoslovaquia.
   En marzo de 1939 Checoslovaquia finalmente dejó de existir cuando tropas alemanas invadieron el resto del país; ese mismo mes la armada alemana invadió el distrito lituano de Memel y lo anexiono al Reich, al mes siguiente Italia invadió Albania y la convirtió en colonia, provocando temor en Grecia y Yugoslavia; era evidente que los totalitarismos del Eje continuarían expandiéndose a base de intimidaciones y violencia a menos que se les plantara cara de forma decidida. Estos eventos provocaron que Francia y Gran Bretaña se manifestaran como garantes de la soberanía polaca a fines de marzo y de la griega y rumana en abril.
   La nueva postura de los gobiernos británicos y francés obligó a Hitler a considerar una nueva estrategia para continuar expandiendo el Reich, intentando prevenir una guerra en dos frentes inició sondeos diplomáticos con la Unión Soviética para asegurarse de no entrar en guerra con ella. El profundo anticomunismo de Chamberlain lo habían llevado a ignorar todas las propuestas soviéticas de acuerdos para oponerse al expansionismo nazi [El 17 de marzo de 1938, con motivo del Anschluss de Austria, la URSS había propuesto una conferencia para definir métodos para asegurar que no hubiese más agresiones alemanas; el 18 de marzo propusieron un pacto entre Francia, Gran Bretaña, Polonia, Rusia, Rumania y Turquía para detener la expansión nazi y el 18 de abril propusieron un pacto a Gran Bretaña y Francia prometiendo asistencia a cualquier nación de Europa Central amenazada por un poder agresor] lo que, sumado a la exclusión de la Conferencia de Múnich, causaron un gran resentimiento en Stalin y lo llevaron a considerar que Francia y Gran Bretaña estaban maniobrando para que la Unión Soviética se enfrentase contra Alemania en su lugar.
Agosto fue un mes muy ajetreado en Moscú, una misión militar anglo-francesa intentaba delinear la estrategia en común con los soviéticos para hacerle frente a Alemania y, simultáneamente, se estaba tramitando un pacto con Alemania. Los militares anglo-franceses se vieron impedidos a alcanzar un acuerdo definitivo debido a la intransigencia de Polonia y Rumania quienes se negaban a otorgar acceso a las tropas del Ejército Rojo a su territorio. El 23 de ese mes Joachim vos Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores alemán, llego a Moscú y firmó, con su par soviético Viacheslav Molotov, un tratado de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética que incluía un protocolo secreto que definía las “esferas de influencia” de cada nación.
   Finalmente, el 1 de septiembre de 1939, Alemania declaró la guerra a Polonia y sus tropas cruzaron la frontera, como respuesta Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre. El 17 de septiembre la Unión Soviética lanzó su ataque contra la frontera oriental de Polonia. El 28 de septiembre la Unión Soviética y Alemania firmaron el Tratado de Germano-Soviético de Amistad, Cooperación y Demarcación que, al igual que el tratado del 23 de agosto, contenía un protocolo secreto en el cual se actualizaban las esferas de influencia de cada nación: se agregaba Lituania a la esfera soviética y las provincias de Lublin y Varsovia oriental a la esfera alemana. El 5 de octubre Hitler participó en un desfile de la victoria en Varsovia, Polonia había dejado de existir en solamente 1 mes y 5 días.
   Los soviéticos ocuparon el territorio que se les habían atribuido de acuerdo a los Tratados con los alemanes e inmediatamente empezaron a presionar a los estados bálticos, que pasaron a formar parte de la Unión Soviética prontamente. Alemania no anexionó todos los territorios polacos al Reich, sino que creó un Gobierno General de Polonia en los territorios del centro y del sur-oeste. Ahora que contaba con fronteras orientales seguras, Hitler podía volver su atención hacia occidente y ocuparse de la guerra con Gran Bretaña y Francia. Gran Bretaña y Francia habían fracasado en su política de apaciguamiento por la cual habían sacrificado a sus aliados y su reputación internacional y ahora tenían que enfrentarse a una Alemania revitalizada, rearmada, con un amplio soporte popular y con muchos aliados.


Fuentes bibliograficas

  • Allcorn, William. 2003. The Maginot line 1928 - 45.
  • Beevor, Antony. 2006. The battle for Spain - The spanish civil war 1936 - 1939.
  • —. 2012. The second world war.
  • Hastings, Max. 2012. All hell let loose 1939-45.
  • Hitler, Adolf. 1939. Mein Kampf.
  • Hitler, Adolf, y otros. 1938. The Munich Agreement - Documents.
  • Hobsbawm, Eric. 2018. Historia del siglo XX.
  • Naciones Aliadas. 1919. Treaty of Versailles.
  • Secretariado de la Sociedad de Naciones. 1926. United Nations Treaty Collections: Treaty of mutual guarantee, done at Locarno.
  • Shirer, William L. 1998. The rise and fall of the Third Reich.
  • Veiga Rodriguez, Francesc. 2009. La Segunda Guerra Mundial.